martes

Perverts

Duddi espera en el baño a que Manuel se vaya y entonces retorna al ritual de fumar que le pone tan feliz. El olor es poco usual y algunas veces el humor me llega a mi también -makes me sleepy and not so happy though - es tan pegajosa la realidad cuando pasa.

Es extraño porque ambos se embeben en la misma actividad de fumar con frecuencia, pero parece que los humanos guardan una parte privada de su vida, aunque el otro la conosca, tan sólo por el placer de mantener una parte fuera de su simbiosis narcisista.

Como cuando Manuel trae invitados a la habitación, cuando Rocky no está. 

- Fucking pervert -. 

Después de bañarse Rocky me ata a su correa y salimos a dar un paseo. La calle se encuentra más bulliciosa que de costumbre y está nublado. Se siente el aire fresco de una mañana de junio y el olor a humedad de la lluvia nocturna que se reconcilia con el amanecer.  Un musculoso caminante pasa junto a nosotros y dudi no puede evitar verlo a los ojos y éste le sonríe. Rocky dibuja un gesto de satisfacción mientras me mira e indica silencio con el índice cruzando los labios, y pone esa mirada de interrogación. -Don´t worry dude, not a word, sería falta de elegancia.


Mientras visita su autismo interminable, Rocky evade un charco de agua, pero el auto que pasa a nuestro lado recrea un chapuzón inesperado que nos alcanza. 


Duddi tiene de nuevo esa nostalgia en la cara. Sus ojos cafés se desvanecen en una mirada hacia un lugar donde no hay nada. Quizá todos los hombres, a quienes les gustan otros hombres, contienen una tristeza prístina, pura e inocente. Y su labor en la vida es descubrir por qué está ahí y renunciar a ella. Maybe that's why they're gay.








jueves

Cést la vie


Los domingos por la mañana dudi le dice a dudi que tiene hambre, ambos se levantan de la cama y se rascan la entrepierna, entran en un estado de momentánea hipnosis y luego se besan. En realidad dudi y dudi tienen nombres distintos, tan aburridos como Sebastián y Manuel, sus amigos les llaman Seb y Rock, pero yo la mayor parte del tiempo llamo a ambos dudi, a menos que suceda algún evento definitorio y remarcable de su personalidad individual. Mi nombre es Chester, por cierto.

Duddi me acaricia el lomo y yo muevo la cola, en señal de la excitación, que ya duele, y de la que me libera. Me balbucea un par de cosas cariñosas y corro hacia Manuel que ha vuelto a su estado de trance post-dreaming. A veces durante el día entra también en esa modalidad de ausencia, pero es por otros motivos. Lengueteo sus pies descalzos y me mira con una sonrisa.

Después de bañarse, acicalarse and make me wait for my own grooming; caminamos hacia la cafetería de la esquina. El sonido de la ausencia de los autos en las calles del domingo me hace feliz. Es como si toda la calle fuera My own private...nah!, bad joke, but bad movie anyway. River Phoenix no era tan mal actor...bummer.

Dudis piden un espresso doppio, y me hacen pensar en su escondido snobismo de yuppie ya passé, y si pudiera hablar yo agregaría ristretti prego, sólo para dar un último toque de coquetería al ritual de la mañana. Me tiro en el suelo, dudis hablan de su ir y venir en la semana, de la última peli de Wes Anderson, de la chica de la limpieza; los mismo temas de la semana pasada, aunque con personajes distintos.

-ayer comí salmón...-blah!

Unas hormigas en actividad furtiva pero sin fruición, me hacen pensar en el sheer fluck de la vida. Casi todas van y regresan por el mismo camino, cuando topan con una compañera, tienden hacia la derecha y retoman el camino. Las que tienden hacia la izquierda se salen del flujo guiadas por un no sé qué absurdo y se pierden; dan vueltas compulsivas buscando la fila, las demás les hacén falta pero no pueden encontrar el rastro químico que guía hacia el alimento y de regreso al hormiguero. Mmm..where else have I heard....touché. Es tan sólo mala suerte chicos.